BARCELONA
LA
Ricarda
1953 - 1963
La Ricarda comienza como un encargo por parte de Ricardo Gomis y de su esposa Inés Bertrand al arquitecto Antonio Bonet gracias al contacto del galerista Joan Prats. Este encargo se caracteriza por una estrecha relación entre arquitecto y cliente que se puede apreciar en la comunicación por correspondencia, este tipo de comunicación fue fruto del exilio de Bonet en Argentina tras la guerra civil, mientras el proyecto se iba ideando. Esta vivienda es también conocida como la casa Gomis y la obra más emblemática de Bonet, en términos arquitectónicos es el mejor ejemplo del racionalismo catalán.
Con el fin de albergar un espacio para realizar actividades familiares y pasar largos periodos de tiempo juntos, la familia Gomis Bertrand decide construir en una parcela que, antiguamente un coto de caza, obtuvieron gracias a la riqueza coleccionada por el patriarca de la familia por su negocio textil y visiones emprendedoras.
El proyecto comienza en 1949 cuando Antonio Bonet viaja a España tras el exilio por la guerra civil y conoce al matrimonio, con este sienta las primeras condiciones del proyecto para su casa de descanso. Ricardo Gomis es un ingeniero de sonido muy meticuloso y perfeccionista, atributos que se desprenden en la comunicación con Bonet durante toda la planificación
Tras ese momento la comunicación mediante cartas empieza, siendo estas conservadas y datadas por Ricardo Gomís (las que él mandaba también) debido a lo meticuloso que era con el proceso.
Antonio Bonet se encuentra unas excepcionales condiciones de partida; excelente ubicación, varias hectáreas de pinar, la presencia del mar y una inmejorable disposición del cliente, culto y exigente; se plantea proyectar una casa de dos plantas con vistas a la costa catalana, semejante a las viviendas que estaba desarrollando en Sudamérica. Hizo un primer viaje a Barcelona, para introducirse a los Gomis y realizar el acuerdo del proyecto, además de visitar a amigos que tuve que abandonar en su huida de España, uno de estos siendo Joan Prats, el galerista, amigo también de los Gomis y quien recomendó a Bonet a la familia.
En estas primeras cartas Bonet va mandando los planos e ideas las cuales se ven muy influenciadas por su experiencia y pasado. Esto se debe a los dos años que estuvo en el estudio de Le Corbusier tras abandonar el despacho de Josep Lluís Sert en Barcelona. Tras conocer a Le Corbusier en el IV congreso de arquitectura moderna y haber sido presentados por su anterior jefe emigró a París, comenzando así los dos años. El impacto del gran arquitecto francés fue tal que determinaría muchos de sus diseños realizados a posteriori, aquí se impregnó de las técnicas de construcción, los 5 principios arquitectónicos y desarrolló su marca personal a partir de la forma de trabajar del equipo Le Corbusier.
Con él, trabajó en el anteproyecto de la Maison Jaoul (1936), fue puesto al mando de este proyecto cuya propuesta original se parece poco a lo que finalmente se construyó, algo bastante común en Bonet. A pesar de ser un proyecto liderado por Bonet se veía clara la influencia del estudio ya que en esta encontramos los 5 principios de la vivienda según Le Corbusier. Aunque este no sea el estado actual de la maison, es importante recalcar que es un proceso compositivo similar al que experimentó La Ricarda.
Esta propuesta se ve claramente influenciada por Le Corbusier, desde la planta abierta hasta el uso de pilotis pasando por la cubierta ajardinada y la rampa que hay que recorrer para acceder a la vivienda sin darle importancia a los árboles, idea sacada de la Villa saboya (1927-1929). Pues es el primer proyecto de La Ricarda, diseñada por Bonet 2 décadas después de abandonar el despacho parisino. Esta propuesta la ideó en su tiempo en Argentina, basándose en lo que ya conocía tras su experiencia laboral y usando los diseños constructivos e ideas ya familiares para el arquitecto.
Finalmente, en 1950 les mandó estos planos terminados de la casa ideada. Es imprescindible que entendamos que esta propuesta, debido a la educación, formación y opiniones de la época, surge con un proyecto estricto, inamovible y sin capacidad de adaptarse a las necesidades ni condiciones externas. mientras que como veremos a continuación, la segunda propuesta representa mucha más libertad compositiva y menos rigidez en los diseños.
Es extraño ya que, si analizamos la cronología, las casas de Bonet de Sudamérica beben de este último concepto, mientras que las francesas son más rígidas e indeformables, más “Le Corbusier”. Una teoría de porque retrocede a las ideas anteriores con una Ricarda es que puede ser debido a asociar Europa con este estilo, mientras que Sudamérica lo asocia con más flexibilidad, y le es muy difícil adaptarse al cruzar el charco aunque finalmente lo consiga.
De esta anterior propuesta, Bonet no recibió contestación debido a que no era del agrado del matrimonio, posiblemente debido al poco estudio y adaptación del proyecto a la parcela y lugar, por esto el proyecto estuvo parado durante 3 años hasta que, en 1953 Bonet, de forma repentina, les mandó a los Gomis los primeros planos de un nuevo proyecto. Cosa que es sorprendente ya que el anterior estaba prácticamente acabado.
SEGUNDA PROPUESTA
Para este nuevo proyecto, Bonet se basa en una solución ya utilizada por el en obras anteriores, las bóvedas catalanas. Una de estas obras son Las Casitas del Garraf (1934) donde trabaja por primera vez con las bóvedas y que posteriormente también usa en las casas Martínez, las cuales se ven influenciadas por su vida anterior en el GATCPAC.
Respecto a este GATCPAC, Bonet fue uno de los fundadores de este nada mas llegar al estudio de Josep Lluís Sert, un movimiento que tuvo mucha importancia ya que tendencias locales como llegaron hasta el estudio de Le Corbusier en París como vemos en las obras como en la Maison Fueter (1950) y la Villa Sarabhai (1955).
Al llegar al estudio de Le Corbusier, observó como había un proyecto ya en ejecución, la Casa Monol (1919), que fue el primer proyecto que dejó constancia en Bonet. En esta vivienda se aprecian las bóvedas catalanas utilizadas como cubierta, donde cabe destacar que este proyecto se realizaba en Paris, mostrando así una clara influencia del GATCPAC y de sus ideas.
Otro ejemplo es la Casa Berlingieri (1945-1947), ubicada en Punta Ballena, Uruguay, donde pone a relucir su marca personal en el punto álgido de su carrera. En esta se aprecian a su vez las ya conocidas bóvedas catalanas, unos módulos muy claros y dos ejes principales a partir de los cuales se desarrolla.
El proceso final se aleja de la sencillez, este empieza en mayo de 1953, cuando viaja a Barcelona para presentar el planteamiento final, es aquí cuando se hace una maqueta y se contrata la mano de obra y personal de construcción.
La primera decisión por la que pasó Antonio Bonet fue la de dónde colocar la vivienda en el gran solar que disponía. Este opta por colocar la casa lejos del mar y oculta a este, al contrario que las viviendas vecinas, las cuales dirigen las vistas hacia el Mediterráneo.
Esta elección es debido a que Bonet decide colocar la vivienda "en el bosque". El solar está lleno de pinos y al oeste posee una línea de estos que protege los campos de la finca del aire salino proveniente del mar, esto hace que conforme te acerques pierdas la orientación y Bonet aprovecha eso para colocar la casa lejos del mar y así generar un horizonte opaco y oscuro de árboles alrededor, dejando de esta forma la casa "en el bosque".
Primera idea de proyecto
A diferencia de la primera propuesta, la segunda toma una forma más natural, como si fuese un organismo difuso en el terreno que la rodea, como así fuese una forma disgregada sobre un emplazamiento. En esta segunda parte es el terreno el que cambia para conseguir el nivel deseado, creando el concepto de plataforma natural y artificial sobre la cual se planta la casa para así evitar la humedad del suelo. Esta empieza con 30cm de desnivel pero conforme se acerca a la playa el terreno desciende y termina con un desnivel de 1'20m. Orienta la casa para que en verano esté protegida del sol y para que en invierno el sol más bajo llegue hasta el fondo de las salas.
La siguiente decisión que tuvo que tomar fue como sería la casa en cuanto a espacios y funcionalidad. Esto fue relativamente directo debido a la gran implicación de la familia en el proyecto y su claridad en cuanto a sus ideas, ellos tenían muy claro que querían los espacios muy separados y diferenciados y por eso la mejor solución es hacer una casa por módulos que dejen claro la diferente funcionalidad de los espacios.
Por otro lado, al estar erradicado en Argentina, el hacerlo sobre una malla modulada facilitaba mucho las cosas y evitaba posibles errores de escala por no poder ir a ver el solar. Por esto mismo, Bonet pone como elemento principal y modulador a la bóveda catalana, pero con una diferencia con todas las usadas en anteriores proyectos, en esta coloca una viga invertida consiguiendo eliminar los muros laterales de la bóveda. Este módulo hecho en dimensiones cartesianas se soluciona con módulos de 8.80m x 8.80m y es sujetado una trama de pilares metálicos estrechos.
Llama mucho la atención que cada espacio interior tenga asociado 1 exterior, siendo estos unos patios o porches abovedados. A pesar de que al ver la vivienda por primera vez nos transmite una idea de rígida modularidad, al analizarla nos damos cuenta de que sus formas orgánicas sirven, no solo como solución sino como elemento de interés de la propia vivienda haciendo muchos guiños al lenguaje moderno catalán.
Desde el principio de la idea de esta casa también encontramos la característica celosía de este proyecto, la cual ya había sido usada antes por Bonet y actúa como cerramiento de algunas estancias dándole singularidad y diferenciación a la vivienda.
Después de crear los módulos de la casa esta se queda con el siguiente programa:
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Hay cuatro piezas en el frente, dos de sala de estar, una de comedor y otro de cocina, lavar y planchar.
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En las parte posterior encontramos dos módulos para los niños.
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Para conectar los anteriores se crea un módulo de llegada.
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A un modelo de distancia, bastante separado se encuentra el pabellón de los padres.
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En la otra esquina dos módulos para los guardas el chofer y los coches.
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En el porche exterior se halla un comedor de verano y una sala de estar.
Para crear estos diferentes espacios, como ya se ha visto durante todo el proyecto, tuvo una gran ayuda por parte de los Gomis ya que tenían muy claro como querían todas las estancias e incluso eligieron los muebles. Esto hizo que trabajaran juntos para elegir el color de los muebles y cubrecamas, los tipos de muebles, etc.
En 1957 contempla también la idea de mover el dormitorio principal al ala de los hijos y ofrecerle ese espacio a un estudio más grande, pero descarta esta idea debido a que es un fiel creyente de otorgarle un espacio independiente a los propietarios de la casa. Es en este año también cuando comienza la obra de cimentación Y para abril está la estructura terminada, no queda más que arreglar los detalles.
Para crear los diferentes espacios, como ya se ha visto durante todo el proyecto, tuvo una gran ayuda por parte de los Gomis ya que tenían muy claro como querían todas las estancias e incluso eligieron los muebles. Esto hizo que trabajaran juntos para elegir el color de los muebles y cubrecamas, los tipos de muebles, etc. Bonet estuvo muy sorprendido por la minuciosidad con que habían organizado los muebles de la casa y estuvo muy de acuerdo con la decisión del matrimonio.
Los muebles elegidos se caracterizan por "no querer tocar el suelo" debido a que la familia Gomis quería una casa social para que invite a la conversación y a la actividad. Esta sensación se consigue gracias a que los muebles tienen un aspecto pesado pero en cambio se apoyan en las alfombras con unas finas y discretas patas.
En cuanto a la habitación de los padres va del ambiente más público al más privado enroscándose a través de una espiral en sentido de las agujas del reloj. Los dormitorios de los niños pueden dividirse mediante un panel corredero de corcho, dándole flexibilidad de usos a la casa y reforzando el concepto orgánico
Otra característica de los muebles es que estos no llegan al techo, estos tienen una función de separación de los espacios ya que la casa es un espacio todo abierto donde prácticamente no hay ni puertas y los límites están confusos. Incluso la chimenea se separa simbólicamente de la cubierta mediante un retranqueo.
Uno de los cambios mas tardíos es la unión del módulo de los padres al resto del edificio por la decisión de Bertand para que los niños no tuvieran que salir de casa para llegar al cuarto de los padres
En 1959 Gomis viaja a Buenos Aires para reunirse con Bonet, donde le entrega un molde de escayola de la pieza de celosía, es aquí donde se propone usar ladrillos huecos entre nervios de la bóveda para aligerar, y más adelante es cuando el arquitecto viaja a Cataluña a inspeccionar la obra. Durante los siguientes años hasta 1963 que es cuando la obra quedó finalizada, Bonet viene y va para ver el avance de las obras y ultimar detalles de distribución, acabado y materialidad.
